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@elsrmartinrest es uno de nuestros últimos descubrimientos en Madrid. En busca de una barra (¡cómo nos gusta la experiencia gastronómica desde una barra!) dónde comer buen producto, nos encontramos con este hallazgo, un lugar del que salimos seguros de que se convertirá en uno de nuestros must en pareja y en familia o con amigos en la capital.
Amplio y luminoso, el restaurante se encuentra en una magnífica zona de la capital, dónde el chef @carlosurruti pone a diposición del comensal todo su saber en los fogones, las brasas y los pescados y productos del mar. Maravillosamente asesorados por el personal de sala arrancamos el ágape con el borriquete de Algeciras, un pescado que desconocía y que recuperan para servir aliñado con base cítrica y tomatitos semi-secos…una delicia.
A través de una amplia pizarra se distinguen los pescados del día y la zona de España desde dónde se traen….las gambas frescas de Huelva, grandes y perfectas en jugosidad, las kokotxas de merluza al pil-pil, gelatinosas y el rodaballo servido con guarnición de patatas rustida (la guarnición se puede elegir al gusto)….las brasas otorgan a los pescados una cocción y crujiente final únicos, deliciosos e inolvidables al paladar y la memoria…
Los postres convencen y confirman el restaurante como un punto de encuentro para disfrutar de un buen ágape marinero. El postre cítrico con caviar y AOVE o la tatin de manzana son buen ejemplo de ello.
El respeto por el producto es uno de los más señalados apuntes de este restaurante, que 3 años después de su apertura sigue confirmando clientela y ganando adeptos como nosotros, que ya nos contamos entre las filas de sus muchos seguidores, dónde la relación calidad-precio animan, además, a visitarlo repetidamente.
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El Señor Martín is one of our recent discoveries in Madrid. In search of a bar (how we adore the culinary experience from a bar!) that served good products, we stumbled upon this find, and upon leaving knew it would become one of our musts to frequent as a couple, as a family or with friends in the capital.
Spacious and bright, the restaurant boasts a wonderful location in the capital, where chef Carlos Urrutikoetxea puts all his expertise at the stoves, the grill and with fish and sea products to work for the diners. Splendidly advised by the waitstaff, we started the feast with the Algeciras rubberlip grunt, a fish that was unknown to me, dressed with a citrus base and semi-dry mini tomatoes… a delicacy.
A large blackboard advertises the fish of the day and where in Spain they are caught: the fresh prawn from Huelva are large and perfectly juicy; the hake barbels in pil-pil sauce are gelatinous, and the turbot is served with rustic potatoes (garnishes are by diner’s choice). The hot coals give the fish a delicious and singular cook and final crunch that will be burned into our palates and memories for a long time.
The desserts are impressive and confirm the restaurant as a place to come together for a good seafood meal. The citrus dessert with caviar and EVOO and the tarte tatin are a good example.
A respect for products is one of the most outstanding points of this restaurant, which three years after opening continues to win over customers and devotees like us, who are now among its leagues of followers. And the good value encourages repeat visits.
