ELEVEN MADISON PARK, Nueva York

Tantos años esperando este momento, tantas expectativas acumuladas y tal emoción ante una cena ansiada y deseada….no son buenas….

Charming restaurant, extensive list of wines and vermouths

En un comedor art decó en pleno corazón de Manhattan (frente al parque de Madison Square), un enorme local, regio y luminoso, se erige como uno de los centros neurálgicos de la nueva cocina americana, clásica en su concepción y delicada en su evolución. Eleven Madison Park desbancó al Celler de Can Roca en 2017 del primer puesto de los mejores 50 restaurantes del mundo….y tras degustar la experiencia, en mi opinión fue injustamente.

El chef Daniel Humm propone una nueva carta de primavera con 10 pases en los que hay que seleccionar el entrante principal y el segundo plato. Un menú degustación a la carta que en esta ocasión nos permite probar el, en mi opinión, mejor plato de la noche: cheesecake con caviar de esturión ahumado y espárragos blancos. Delicioso el foie gras tanto en su versión caliente como atemperada, en su punto el cordero y original el brioche con ruibarbo y crema de tres quesos en su interior…. Y muy acertado el ponche caliente que te sirven en un vaso de plástico si haces una pausa y sales al exterior unos minutos…

Y poco más. Servicio justo, correcto pero tremendamente riguroso. Pases lentos, casi aburridos… Poca emoción, apenas sorpresa….Plato estrella del menú los caracoles que en una primera aproximación se enseñan (o mejor dicho, no se enseñan) al comensal, metidos en un gran cogollo de lechuga (“ahí dentro están”…. y te lo tienes que creer, claro) y servidos rustidos después en un plato quizás demasiado arriesgado para un menú de esas características…

Y sin emoción…Nadie duda de la enorme aportación culinaria de este chef suizo a la cocina americana, poco dada a mostrar productos propios y cuidar su evolución y presentación, pero el precio que hay que pagar por sentarse en su mesa y vivir la experiencia, sinceramente, no vale el viaje…. Gran decepción. No puedo mentir….


ELEVEN MADISON PARK, New York

So many years waiting for this moment, so many built-up expectations and excitement for a long-awaited and desired dinner ….can’t be good.

Always topping the rankings of restaurant guides

In an Art Deco dining room in the heart of Manhattan (facing Madison Square Park), an enormous restaurant, sumptuous and dazzling, stands as one of the nerve centres of New American cuisine, classic in its conception and delicate in its evolution. In 2017 Eleven Madison Park unseated Celler de Can Roca from the top spot in the World’s 50 Best Restaurants ranking, and after sampling the experience, I’d say that it did so unjustly.

The chef Daniel Humm has presented a new 10-course spring menu where you have to choose the starter and the main. It’s an à la carte tasting menu which, on this occasion, allows us to try what is, in my opinion, the best dish of the night: cheesecake with smoked sturgeon caviar and white asparagus. The foie gras is delicious both in its hot and warm versions, the lamb is cooked just right, and the brioche filled with rhubarb and three-cheese cream is quite original. And the warm punch served in a plastic cup for stepping outside for a breather is right on.

But that’s about it. The service was decent, correct but extremely rigorous. The courses were slow, almost boringly so, and there was little excitement or surprise to be had. The menu’s star dish is the snails, which are shown (or rather, not shown) to diners first, embedded in a huge head of lettuce (“they’re in there”…and you just have to believe), and then served roasted in a dish perhaps too risky for a menu of this kind.

And it’s lacking in excitement. Nobody can doubt this Swiss chef’s enormous cultural contribution to American cuisine, typically not known for highlighting local products and keeping a close eye on their evolution and presentation, but the price paid for sitting at his table and living the experience, honestly, is not worth the trip. A huge disappointment, I cannot lie.