Situado en los bajos del Hotel Barcelona Edition, el Bar Veraz ofrece una amplia oferta de desayunos, comidas, cenas e incluso brunch amenizados con música los domingos.
En el hall del hotel
Impulsado por los ex 41º y Noma y Pakta Sebastian Mazzola y Sussie Villarico, el hotel ofrece 3 zonas de degustación: The roof, en lo alto del hotel, para picar en porciones pequeñas, The Cabaret, un menú degustación cerrado mientras se ofrece un show y el Bar Veraz, dónde esta vez decidimos adentrarnos.
Su cocina es mediterranea, sencilla, con pequeños guiños a sabores y toques del mundo que el chef ha vivido y aportado a sus fogones. Las patatas orgánicas extra crujientes con salsa de yogur, bacon, cebolla y alcaparras así lo certifican. Como la pizza y la bruschetta, perennes en su carta, con una masa tan rica como sorprendente. Y completan su oferta con platos más elaborados y tradicionales como el pollo catalán a la parrilla, el fricandó de ternera, pescado y pasta del día y el tartar de ternera, bueno en su punto de picante y coronado con un huevo de codorniz. Sin más.
Una buena opción a cualquier hora del día (siempre abierto) a combinar con un buen cóctel o una copa de vino. Aunque no perdura en la memoria como algo único, cumple su función.
Y, para degustar platillos en pequeñas raciones con vistas al centro de la ciudad, The roof….Pero eso ya será en una próxima ocasión…
Located in the basement of the Hotel Barcelona Edition, Bar Veraz serves a wide selection of breakfasts, lunches, dinners and even DJ brunches on Sundays.
Created by Pakta Sebastian Mazzola and Sussie Villarico, veterans of Restaurante 41º and Noma, the hotel has three dining areas: The Roof, serving small plates atop the hotel; The Cabaret, a set tasting menu served during a show; and Bar Veraz, where we decided to dine on this occasion.
In the lobby of the hotel
It serves simple Mediterranean cuisine with small nods to the flavours and nuances brought home from the chef’s world travels. The extra crunchy organic potatoes with yogurt sauce, bacon, onion and capers are a good example. So are the pizza and the bruschetta, staples of the menu, with surprisingly delicious dough. And the courses continue with more elaborate traditional dishes like grilled Catalan chicken, the beef fricassee, fish and daily pasta, and the steak tartare with a good amount of spice and crowned with a quail egg. And nothing else.
It’s a good option at any time of day (always open) to have a bite to eat with a good cocktail or glass of wine. Even if it doesn’t stick in your memory as something special, it serves its function.
And to enjoy small plates with views of the city centre there’s The Roof… But that will have to be for another time …