Le Barbacane, Carcassone, Francia. Este restaurante se encuentra situado en el Hotel de la Cité, el único alojamiento en el interior de la ciudad amurallada de esta cuidada y única región de la zona del sur de Francia.

1 Estrella Michelín. En el interior de un hotel neogótico

Cocina francesa y servicio esmerado aunque un pelín lento. Vale la pena su ubicación y la sensación de estar en el interior de un lugar histórico y lleno de anécdotas.

Se echa de menos la posibilidad de poder comer a la carta, pues todos los mediodías (de lunes a domingo) ofrecen un menú con un par de opciones de entrante y de plato principal. Aprovechamos para degustar la sopa de cassoulet, el plato más típico de la zona que en este restaurante se sirve de forma más refinada con las judías como base del caldo y la carne (generalmente tocino, pato confitado y salchichas). Exquisita. La merluza con verduras de segundo sorprende por su sencillez pero exquisita mezcla entre el crujiente de los verdes y la salsa con toques de queso y destaca el queso brie relleno de trufa servido en una gran porción y deliciosa combinación con una delicada mermelada de higos. En total, un menú que por menos de 50€ por persona (bebida incluida) permite hacer un breve recorrido por la tradición culinaria más arraigada de la zona, cosa que se agradece cuando uno realiza una visita a un lugar para conocer y degustar sus platos más tradicionales.

En definitiva, una muy buena opción para una comida de domingo tras una visita a la Cité, un recinto fortificado medieval que se disfruta enormemente en su castillo, lleno de rincones y vestigios declarados Patrimonio de la Humanidad y sus calles, repletas de historias y puntos de interés.

Para una escapada de domingo.


Le Barbacane, Carcassone, France. This restaurant is located in the Hotel de la Cité, the only accommodations found inside the walls of this city and singular region in the southern part of France.

1 Michelin star. Located inside a business hotel

French cuisine and meticulous service, albeit somewhat slow. Its location is a big draw, giving one the feeling of being inside a historic place teeming with stories.

It would have been better to have the option to order a la carte, but lunch (from Monday to Friday) is restricted to a set menu with a couple of options for appetizers and a main course. We took advantage of the chance to try the cassoulet soup, the most typical dish from this region, which is served here in a more refined format, with the beans as the basis for the broth and the meat (typically lard, duck confit and sausages). Exquisite. The hake with vegetables as the second course was surprising but exquisite nonetheless for the mixture of crunchy vegetables and sauce with touches of cheese, and the large portion of brie stuffed with truffle and deliciously combined with a delicate fig jam was another highlight. In total, a menu that came to more than 50€ a person (including drinks) took us on a brief journey through the most deep-rooted culinary traditions of the area, which is something that one appreciates when traveling to a place with the goal of learning about and sampling its most traditional dishes.

In summary, a very good option for a Sunday lunch after visiting the Cité, a Medieval fortress that is particularly enjoyable for its castle – full of nooks and relics – a UNESCO Heritage site, and its streets, teeming with history and things to see.

For a Sunday getaway.