IKIGAI VELÁZQUEZ, MADRID

Segundo Ikigai en Madrid. Tienen otro en Flor Baja.

Aunque a veces lo lleve a “escondidillas” hay buenos amigos que son grandes amantes de la gastronomía…..Hoy os hablo de uno de ellos. Nuestro admirado y querido @arturovallsofficial es un gran gourmet y de aquellos que, allí dónde va, busca el mejor lugar para darse un homenaje…

Precisamente con él se inició este restaurante. Parte del grupo empresarial que lo regenta lo conocemos gracias a su buena recomendación. Y ahora, meses después, se ha convertido ya en uno de nuestros japonés imprescindibles en la selecta ruta que en Madrid se puede hacer por estos templos de la gastronomía nipona…

El local es precioso y se accede bajando una escalera con proyecciones que ya te ubica en un edificio de Nueva York al más puro estilo de la City. Espacioso y solemne el espacio se presenta como un conjunto de bóvedas subterráneas que armonizan en un mapa común. La carta rinde homenaje a la cultura nipona más ancestral pero el chef @yongwunagahira propone platos con acento español y toques franceses. Hermano del Ikigai de Flor Baja, @ikigaivelazquez permite viajar por un buen surtido de niguiris de todo tipo, probar los platos más destacados con un menú degustación a 85€ o recorrer su extensa carta. Algunas de nuestras elecciones van desde las gyozas de gamba blanca y papada ibérica con emulsión de sus cabezas (deliciosas), el niguiri de rodaballo con meunier de yuzu (no dejéis de probarlo), el de lubina a la bilbaína (divertido) o el de toro con grasa de wagyu y caviar. Vale la pena probar el cruasán-do. Mezcla de croissant y sando japonés. Crujiente y sabroso con el toque picante del steak tartar que lo rellena.

Hay temakis de todo tipo, hosomakis, uramakis y una excelente trilogía del atún.

Y ofrece la opción de lunes a viernes de un menú reducido con tempura, 3 niguiris clásicos y 3 fusionados, el temaki del día y un mochi con bebida a 45€. La solemnidad del lugar y el buen servicio en el pase a los mandos de Sebastián López convierten, además, la experiencia en una gran comida.

Reuniones de trabajo, cenas en pareja, comidas con amigos. No hay excusa para dejar de probarlo….@arturovalls a ver cuando repetimos!!!

It’s the second Ikigai in Madrid. There’s another location on Calle de la Flor Baja.

Have I mentioned that some of my best friends are major foodies? Today I’m talking to you about one of them. Our dear and esteemed Arturo Valls (@arturovallsofficial) is a gourmet who always looks for the best place to treat himself to a great meal wherever he goes.

Specifically, we were introduced to this restaurant thanks to him. We found out about some of the other places in its business group thanks to his good recommendations. And now, months later, it has already become one of our essential Japanese spots in Madrid.

You enter the beautiful locale down a staircase with projections that place you in a classic New York building. Spacious and solemn, the space opens up as a series of underground vaults that harmonize into a shared map. The menu pays tribute to ancestral Japanese culture, but Chef Yong Wu Nagahira (@yongwunagahira) creates dishes with a Spanish accent and French touches. Sister restaurant to the Ikigai on Calle de la Flor Baja, Ikigai Velazquez (@ikigaivelazquez) allows you to journey through a good and varied selection of nigiri, try the standouts with an €85 tasting menu, or choose for yourself from the extensive menu. We opted for the white shrimp and Iberico pork jowl gyozas with a shrimp’s head emulsion (delicious), the turbot nigiri with yuzu meunière (don’t miss it), the bilbaína-style sea bass (fun), and the toro with Wagyu fat and caviar. The croissant-do is worth a try: a mix between a croissant and a Japanese sando. It’s crunchy and delicious with the spicy note of its steak tartare filling.

There are all kinds of temakis, hosomakis, uramakis, and an excellent trilogy of tuna.

Midweek, they offer a reduced tasting menu with tempura, three classic nigiri, three fusion nigiri, the temaki of the day, a mochi, and a beverage for €45. The solemnity of the place and the good service run by Sebastián López also help turn the experience into a great meal.