De los pocos restaurantes canarios en Madrid. 1 estrella Michelín y 2 Soles Repsol.
Romper con el estereotipo de que en Canarias sólo se comen papas arrugás, mojos y plátanos. Irrumpir un con una propuesta joven, desenfadada pero tremendamente ligada a su tierra y sus orígenes y cubrir el hueco que la gastronomía de las islas tenía en la Península. Con algunos de estos objetivos en mente Aida y Safe se instalaron hace ya hace unos años en Madrid, dónde ahora, con 1 Estrella Michelín y 2 Soles Repsol, se han afianzado como la propuesta más contundente y reconocida para degustar los maravillosos productos y caldos canarios en la capital.
Sólo 20 afortunados tienen la opción de ocupar una de sus pocas mesas…..eso cambiará en breve pues se mudan, dejan el Barrio de las Letras, dónde tan a gusto se encuentran y se instalan en Salamanca, en un enclave aún desconocido….Aida y Safe forman una pareja estable y confirman que el amor en cocinas se puede también reflejar en los platos.
3 menús dan opción a probar variedad de la carta o su totalidad. Nosotros optamos por el menú Canariedad Máxima, que arranca con una sopa de nécoras de El Hierro y una trucha (en Canarias es una empanadilla) de conejo al salmorejo deliciosa.
Los tomates aliñados refrescan y preparan el paladar para la untuosa y delicada cazuela de pescado canaria y el bocadillo de vendimia… Todo en Gofio tiene una historia. La de la familia de Safe, productores que les hacen llegar directamente los frutos de sus cosechas, la de la historia y tradición canaria, hecha bocadillo en este caso. La gamba blanca con mojo hervido de sus cabezas, la centolla gallega con papa negra (cuánta elegancia y delicadeza en un plato tan sencillo) y el, para mí, plato estrella del menú, el caldo millo (maíz) en versión cremosa con guiso de carrillera de vaca y garbanzos tostados…¿se puede relamer el plato sin ser visto?…
Los homenajes se suceden en todos su platos: la croqueta con todo, los ñoquis de batata con mollejas de cordero… Comerse Canarias de una sentada. ¡Y bebérsela! Todas las propuestas de vinos son de uvas autóctonas. Una especialidad que nos permite disfrutar y maravillarnos con las notas frescas y hasta ahumadas de Táganan, el vino elegido para nuestra comida…¡el favorito de Aida! Una delícia liquida…
Los postres rematan con el gofio en helado, en galleta, en crema… un gofio es una harina hecha a base de cereales tostados y molidos.
El ídolo de tara, la figura con la que se recibe a todas las mesas, símbolo de la fertilidad canaria, abre paso a un restaurante que hay que conocer. Dejarse llevar por el aroma de las propuestas y la contundencia de su cocina, anclada ya en un panorama gastronómico madrileño que necesitaba una propuesta así. ¡¡No dejéis pasar la oportunidad pues la lista de espera se agranda!!
The legendary nigiris with Cubano-style rice, socarrat burnt rice and Madrid salad.
Breaking the stereotype that in the Canary Islands they only eat wrinkled potatoes, mojo sauces and bananas. Bursting onto the scene with a concept that is youthful and laid-back, but tremendously connected to its land and its origins. Filling the gap left by the absence of Canarian cuisine on the Peninsula. It was with some of these goals in mind that Aida González and Safe Cruz opened their restaurant in Madrid a few years back. Now, with one Michelin Star and two Repsol Suns, they have established it as the most compelling and celebrated place to enjoy marvelous Canary Island products and wines in the capital.
Just 20 lucky diners get the chance to sit at its tables for each meal. That will be changing soon, as the restaurant is moving from its comfortable home in the Barrio de las Letras neighborhood to a still unknown location in the Salamanca district. Aida and Safe are a stable couple who uphold that love in the kitchen can also be reflected on the plates.
There are three set menus, giving you the possibility to try some or all of the dishes on offer. We opted for the Canariedad Máxima, which starts off with a soup of velvet crab from El Hierro and a delicious rabbit and salmorejo empanadilla.
The seasoned tomatoes are a refreshing palate cleanser before the unctuous and delicate Canarian fish stew and the “grape harvest” sandwich. Everything at Gofio has a story: that of Safe’s family of farmers who supply the restaurant with the fruits of their harvests; that of the history and tradition of the Canary Islands, echoed here in a sandwich. Other highlights included the deep-water rose shrimp with a mojo sauce made from boiling their heads, the Galician spider crab with black potato (so much elegance and refinement in such a simple dish), and what, to me, is the star of the menu: the creamy corn broth with stewed beef cheeks and toasted chickpeas. Would anyone notice if I licked the plate?
The homages continue with every course: the croquette with everything, the sweet potato gnocchi with lamb sweetbread. You taste the whole of Canary Islands in one sitting. And drink it as well! All the wines are made from local grapes. We were able to enjoy and marvel at the fresh and even smoky notes of Táganan, the wine selected for our meal and the favorite of Aida ! It’s pure pleasure in liquid form.The desserts conclude the meal with gofio in ice cream, in a cookie, and in a cream. Gofio is a local flour made from grains that are roasted and ground.
The Idolo de Tara figure that greets all diners, a symbol of fertility in the Canaries, welcomes you to a restaurant that’s not to be missed. Let yourself get carried away by the aroma of the dishes and the robustness of the cuisine, now anchored in a Madrid culinary landscape that needed something like this. You’ll want to go soon, because the waiting list just keeps growing!!