1 Estrella Michelín y 1 Sol Repsol

Uno de los fenómenos-aperturas del año. Un restaurante que, gracias al boca oreja y la inagotable y excelente gestión de Mateo&co, Patricia Mateo, Lola Montes ha conseguido situarse como una de las revelaciones gastronómicas que, en poco más de 1 año de vida, consiguen su primera Estrella Michelín. Aunque, sin duda, la parte más importante radica en su cocina, oferta y producto.

Chispa Bistró se ubica en un agradabilísimo local de Chueca, con un set central de cocina vista dónde la brasa es la protagonista. Fuego vivo y chisporroteante que acompaña durante toda la comida y marca la raíz común de un menú que sorprende y convence. Un “fuego loco” (como llaman al menú degustación) que por 120€ permite conocer la propuesta mediterránea y de estacionalidad con buen producto y correcta ejecución.

Ayuda en la propuesta el gran sumiller Ismael Álvarez que con su amable gesto y correctísimo servicio se hace a los mandos de una sala pequeña, controlada y ágil, con buen tiempo de servicio y excelente resultado final. Además, su maestría con los vinos permite un acompañamiento siempre adecuado

El menú recoge lo mejor de la propuesta del chef Juan D’onofrio, un espigado argentino afincado en Madrid y con una afinada voluntad de sumar al ya prolífico mapa multicultural de gastronomía en la capital.

Abre el menú un agua de tomate quemado y chimichurri que prepara el estómago para el viaje. La sepia con bizkaina es deliciosa, el mero con almendras perfecto en punto de brasa y cocción, con la piel perfectamente crujiente y sabrosa carne interior, y la molleja de ternera con beurre blanc y anchoa una de las mejores que he probado en los últimos tiempos.

Finaliza el menú con una de las ya “especialidades” de la casa, el pichón servido en 3 vuelcos…Parece ser que sigue en el menú sin opción a ser retirado por ser ya una seña identitaria de su buen hacer.

Es cierto que el ambiente tenue del lugar y el crujir cálido de las leñas pueden provocar cierta tendencia a la pausa. Hay que vigilar ese pequeño desfase de tempo durante el desarrollo del ágape que, sin embargo, resulta muy correcto y acertado. Sólo un comentario…¿aceite o mantequilla para el pan?. Llamadme clásica. Pero un buen pan pide a gritos un bañito de aceite o una buena mantequilla, ¿no creeis?…abrimos debate

El alfajor argentino resulta un delicioso final para el menú que, en mi opinión, crecerá con el paso del tiempo y podrá lograr una contundencia aún mayor con el paso del tiempo….

Un buen lugar (más para comida que para cena) que promete y gusta. Pero que aún tiene recorrido por delante.

1 Michelin star and 1 Repsol Sun

One of the phenomena-openings of the year. A restaurant that, thanks to the word of mouth and the inexhaustible and excellent management of Mateo&co, Patricia Mateo, Lola Montes has managed to position itself as one of the gastronomic revelations that, in just over 1 year of life, get their first Michelin Star. Although, undoubtedly, the most important part lies in its cuisine, offer and product.

Chispa Bistró is located in a very pleasant place in Chueca, with a central set of kitchen where the ember is the protagonist. Live and sizzling fire that accompanies throughout the meal and marks the common root of a menu that surprises and convinces. A “crazy fire” (as they call the tasting menu) that for 120 € allows to know the Mediterranean and seasonal proposal with good product and correct execution.

The great sommelier Ismael Álvarez helps in the proposal, who with his kind gesture and very correct service is at the controls of a small, controlled and agile room, with good service time and excellent final result. In addition, his mastery with the wines allows for a suitable accompaniment.

The menu gathers the best of the proposal of chef Juan D’onofrio, a lanky Argentinean based in Madrid and with a refined will to add to the already prolific multicultural map of gastronomy in the capital.

The menu opens with a burnt tomato and chimichurri water that prepares the stomach for the journey. The cuttlefish with bizkaina is delicious, the grouper with almonds is perfectly grilled and cooked, with perfectly crispy skin and tasty inner meat, and the veal sweetbread with beurre blanc and anchovy is one of the best I have tasted in recent times.

The menu ends with one of the already “specialties” of the house, the pigeon served in 3 vuelcos… It seems that it is still on the menu without option to be withdrawn as it is already a hallmark of their good work.

It is true that the dim atmosphere of the place and the warm crackling of the firewood can cause a certain tendency to pause. It is necessary to keep an eye on this slight time lag during the course of the meal, which, nevertheless, is very correct and successful. Just a comment…oil or butter for the bread? Call me a classic. But a good bread cries out for a bath of oil or a good butter, don’t you think?…let’s open a debate.

The Argentinean alfajor is a delicious end to the menu that, in my opinion, will grow with the passage of time and can achieve even greater forcefulness with the passage of time…..

A good place (more for lunch than for dinner) that promises and pleases. But it still has a long way to go.