Tiene un tabanco a la entrada (pequeño espacio con barra y mesas bajas con vinos de Jerez).

Renovada, en nuevo emplazamiento y con una calidez y acogida magníficos abre la nueva Taberna Verdejo, un pequeño gran lugar en Madrid. Ubicado en un magnífico lugar del barrio de Salamanca, @mariantabernaverdejo recoge y retoma toda su pasión culinaria y humana en una sala dónde los rincones están muy bien pensados, la decoración invita a quedarse y la cocina huele a casa, a puchero y jerez, a hogar…

La Taberna es el alma y el corazón de Marian. Como tal, recibe al comensal en el tabanco, dónde degustamos un pequeño aperitivo, una butifarra recien cortada a mano que sirven en papel de estraza, como debe ser…

Tras los primeros sorbos de una nueva experiencia, renovada pero con el alma de siempre, nos dejamos aconsejar por Marian. Escucharla es parte del ritual de Verdejo….te cuenta los platos con tal cariño y delicadeza que se hace complicado escoger, quieres que te lo saque todo…..Nos centramos para concretar. Como siempre, la verdura es uno de los puntos fuertes del lugar. Escogemos una penca de acelga rellena de jamón ligeramente gratinada delicada y perfecta, unos huevos fritos de corral mar y montaña con un toque final de jerez delicioso, unas verdinas con kokotxas de bacalao en pil-pil que reconfortan y asientan para seguir con el conejo deshuesado y preparado en escabeche (¡ojo a los escabeches y marinado de la Taberna, son uno de sus puntos fuertes!) y terminamos con un arroz “empedrao” con verduras, garbanzos y chorizo que combina con destreza la potencia de un chup-chup consistente con la delicadeza de un sutil acabado meloso. Fantástico.

La caza es otra de las señas de identidad de Verdejo. En época de frío ofrece preparaciones y cocciones perfectas para piezas cuidadosamente seleccionadas.

Si sois observadores podréis sonreír con pequeños dibujitos que aparecen en la vajilla, especialmente elaborada por Vistalegre. Es el recuerdo más emotivo de Marian a su alma gemela Nanen, que los hacía en la carta en el antiguo emplazamiento de la calle Espartinas y a la que un malogrado accidente sesgó la vida de repente. Es el mejor homenaje a un amor y una pareja que reviven en un lugar al que apetece volver. ¡No os lo perdáis!


It has a tabanco right when you walk in (a small space with a bar and low tables serving Jerez wines).

The new Taberna Verdejo opens, renovated and relocated, with wonderful warmth and welcome, another great small spot in Madrid. There, in the fabulous Salamanca district, Marian Reguera Verdejo (@mariantabernaverdejo) picks up where she left off with all her culinary and human passion, in a well-designed dining room where the decoration encourages you to stay longer and the kitchen smells cozy, like stews and sherry, like home.

 

The Taberna is Marian’s heart and soul, so she receives her customers at the tabanco, where we had a small appetizer of freshly hand-sliced butifarra sausage served on a piece of butcher paper, the way it should be.

Following those first few sips of the new experience, updated but with the same soul as ever, we let Marian advise us. Listening to her is part of the Verdejo ritual: she describes the menu with such care and finesse that it becomes difficult to choose…you want her to bring you everything! We had to concentrate to make some decisions. As always, vegetables are one of the strengths of the place. We went for the perfectly delicate lightly grilled ham-stuffed chard, the surf-n-turf fried free-range eggs with a delicious final touch of sherry, and the comforting verdina beans with pil-pil cod cheeks. We continued with the deboned rabbit in escabeche (don’t miss the escabeches and marinades at the Taberna, they are one of its fortes), and finished with the “cobblestone” rice with vegetables, chickpeas and chorizo, which skillfully combines the power of a hearty stew with the delicacy of a subtle creamy finish. Fantastic.

Game is another one of Verdejo’s calling cards. In the colder months she prepares and perfectly cooks pieces that have been carefully selected.

If you are the observant type, you’ll smile at the little designs that appear on the dishware, specially made by Vista Alegre. They depict Marian’s most moving memory of her soulmate Nanen, who would draw them on the menu at the old location on Calle Espartinas, and whose life was cut tragically short by a terrible accident. It‘s the best tribute to a love and a couple that are rekindled in this place you’ll want to return to often. Don’t miss it!