Criticado y admirado a partes iguales. Original, canalla, divertido, rompedor, diferente, inclasificable, extremo, loco, genial, único….Tantos son los adjetivos que Dabiz acumula que ya se erige como un autor que, a mi parecer, ha hecho ya historia en el mundo de la gastronomía en España. Y en el extranjero…. Londres acoge Streetxo su refugio extranjero dónde traslada todo su buen hacer en la cocina hasta una ciudad difícil pero que ha sabido entender la propuesta del chef.
Cócteles de autor
Circus XO propone cócteles iniciales tan vistosos como acertados. El menú discurre por el apetitoso y reversionado “Fish and chips”, carpaccio de hamachi con ají amarillo y Yuzu, las ostras “de viaje a Acapulco”, con un delicioso toque de jalapeño y tomate verde, las famosísimas “croquetas Pedroche” con salmón salvaje, leche de oveja y tobiko negro, el chilli king crab, espectacular, el pulpo gallego anticuchero o el socarrat de paella con langostinos flambeados. Un salto sin red, un viaje con toques de nuestra geografía llevado a un local que invita a dejarse llevar por el recorrido y las propuestas. Un ágape que llena, gusta, delicia y convence.
Tras los lógicos vaivenes y escepticismos iniciales, hasta encontrar el punto del equilibrio de su oferta, su público y su propuesta, Streetxo es ya un referente más de nuestra cocina en el mundo. Y, lo más importante, sentarse en Streetxo supera con creces todo lo leído. Socios, problemas financieros, críticas por el lugar escogido de la City, opiniones sesgadas de gente que ni siquiera ha estado allí….todo, en el fondo, suma a crear la leyenda de un restaurante que, como su creador, destila radicalidad, explosión, conjunción de locura y cordura y mucho buen hacer. Cuando las caídas fortalecen y los principios no se derrumban surgen ideas y propuestas como ésta, que por encima de estar en la opinión pública, convencen, no dejan indiferente y satisfacen. Y, sinceramente…¿no es ese el objetivo de todo restaurante?. Una vez más me rindo ante Dabiz, su generosidad, su cocina, su equipo, la originalidad de sus platos, sus presentaciones y sus propuestas y, sobretodo, de las mil sensaciones que transmite en el paladar, en el recuerdo y, en mi caso, en el corazón. Gracias por no dejar de viajar…y por compartirlo.
STREETXO, London
He has been criticised and admired in equal parts. Original, despicable, fun, groundbreaking, different, unclassifiable, extreme, crazy, brilliant, unique… So many adjectives have been used to describe Dabiz, that he now stands as as someone who, in my opinion, has already made gastronomic history in Spain. And abroad… London is home to Streetxo , his foreign outpost where he brings all his expertise in the kitchen to a city that can be difficult, but that has come to understand this chef’s vision.
Circus XO starts a meal with delicious and snazzy cocktails. The tasting menu includes an attractive new take on Fish and Chips featuring hamachi carpaccio with yellow aji and yuzu; the “trip to Alcapulco” oysters with a delicious touch of jalapeño and tomatillo; the legendary “Pedroche” croquettes with wild salmon, sheep’s milk and black flying fish roe; the spectacular chilli king crab; the Galician octopus skewer; and the scorched paella rice with flambéed prawn. It’s a leap off a cliff, a journey with touches of home in a restaurant that invites you to go with the flow. It’s a feast that leaves you full, happy, delighted and convinced.
Following the initial ups and downs and scepticisms that can be expected, and having found the perfect balance of what it is, who it is for, and what it serves, Streetxo has become yet another fine example of Spanish cuisine beyond our borders. And, most importantly, dining at Streetxo greatly exceeds everything you’ve read. Partners, financial issues, criticism of its location, biased opinions of people who have never even been there…
Signature cocktails
All of it ultimately builds to create a legend of a restaurant that, like its creator, distils radicalism, explosion, craziness and sanity, and plenty of skill. When what doesn’t kill us makes us stronger and we uphold our principles, that’s when ideas and concepts like this one arise. Despite being the focus of public attention, it continues to surprise and satisfy its customers. And honestly, isn’t that the goal of all restaurants? I commend myself once again to Dabiz, to his generosity, his cuisine, his team, the originality of his dishes, presentations, and ideas, and especially to the thousands of sensations he unleashes on the palate, in the memory, and, in my case, in the heart. Thank you for continuing to roam…and for sharing it with us.