Ocupa el antiguo espacio del café Embassy, emblemático en Madrid.

Ocupando el espacio del Café Embassy, una maravillosa esquina en la Castellana, el universo de @joel.robuchon aterriza en Madrid con este “tres en uno”. Un enorme local diseñado y decorado por el maravilloso @lazarorosaviolan y 3 espacios diferenciados para traer hasta la capital uno de los lugares más emblemáticos del chef, que sigue ostentando el récord del que más Estrellas Michelín ha tenido en la historia (32).

Robuchon Ambassade @robuchonmadrid se abre en la planta calle con un espacio más informal, dónde poder degustar la propuesta de gastronomía francesa de modo más ligero y modesto. Con menú ejecutivo a 35€ ofrece la opción de comer alguno de los platos más emblemáticos del francés en un espacio abierto y de diario.

En la planta superior se ubica @atelier_robuchon un espacio más sofisticado y con un estilo mucho más clásico y definido. Una estupenda barra abierta a cocina (a imagen y semejanza del que fue siempre el restaurante preferido de Robuchon, el Nou Manolín de Alicante @@grupo_gastronou) prelude a unas pocas mesas, dedicadas al deleite del paladar en un ambiente más exquisito y distinguido.

Allí, el chef @jorgegonzalez_chef despliega su saber hacer en platos traídos directamente desde la cuna francesa a la capital. Le ayuda @angelus_izquierdo que esa noche comanda atentamente los platos que degustamos sentados en mística observación de la delicada y sutil forma de preparar, terminar, emplatar y servir cada preparación…

Exquisito el foiegras en terrina que abre nuestro ágape. Continuamos con las cocochas en risotto de trigo tierno, parmesano y emulsión de coralina, impresionantes. Remata el bogavante gallego caramelizado y la vieira a la plancha con trufa negra, imprescindibles. Aquí es dónde pongo la parte más a debate de esta exposición. Las raciones comedidas, justas (muy al estilo frances minimalista por mucho que el propio Robuchon luchara tanto contra la Nouvelle Cuisine en su momento que las popularizó) y el precio disparado. Es cierto que el producto es de primera y la base culinaria de una calidad innegable, pero eso mismo limita el público al que puede llegar la propuesta. Se come muy bien pero se paga.

El menú degustación de 6 pases que recoge lo más destacado de su oferta es una buena opción. 2 recomendaciones. La primera: ¡comer pan!. Sólo la bandeja de panes con mantequilla que sirven vale ya la visita. Variedades que incluyen el bollo hojaldrado, el croissant, el pan de queso, las baguettes o el pan de leche con tinta de calamar. Yo, con esa bandeja, ya me daba por servida. ¡Qué vicio!

La segunda, ponerse además en las manos de @davidrobledosumiller para escoger alguna de las 800 referencias de la bodega con lógica mayoritaria presencia gala y muy buenas referencias nacionales. Un placer reencontrarnos con David en este templo de la gastronomía de nuestro país vecino. ¡Ah! y si apetece, rematar la jornada con alguno de los cócteles que Mario Villalón (Angelita Madrid) ha creado para el Speakeasy, el rincón más clandestino del lugar.


It occupies the former space of the iconic Café Embassy in Madrid.

Occupying the space of Café Embassy, a wonderful corner on Calle Castellana, the universe of Joël Robuchon (@joel.robuchon) touches down in Madrid with this “three in one.” An enormous establishment designed and decorated by the marvelous Lazaro Rosa-Violan (@lazarorosaviolan) with three different spaces brings one of the chef’s most iconic spots to the capital. He still holds the record for the most Michelin Stars in history (32).

The street-level L’Ambassade Robouchon (@robuchonmadrid) is a more informal space to discover French cuisine in a lighter and more modest manner. The €35 executive menu gives you the option to try some of the French chef’s most iconic dishes in an open, everyday space.

Upstairs is L’Atelier Robuchon (@atelier_robuchon), a more sophisticated venue with a more defined classic style. A fantastic bar looking over an open kitchen (the image and likeness of what was always Robuchon’s favorite restaurant: Nou Manolín in Alicante (@grupo_gastronou)) leads to a few tables dedicated to delighting the palate in a more exquisite and distinguished atmosphere.

There, Chef Jorge González (@jorgegonzalez_chef) deploys his expertise on dishes brought directly to the capital from their French homeland. He is assisted by @angelus_izquierdo, who on that evening meticulously commanded the dishes we enjoyed while sitting in mystical observation of their delicate and subtle way of preparing, finishing, plating, and serving each item.

The terrine of foie gras that opened our meal was exquisite. We continued with the fish cheeks in soft wheat risotto with parmesan and coral emulsion, impressive. Finally, there was the caramelized Galician lobster and the grilled scallop with black truffle, unmissable.

Now I’ll address the hot-button topic. The portions we ate were very small (very much in the French minimalist style no matter how much Robuchon himself fought against Nouvelle Cuisine when it first popularized them) and the price was exorbitant. The product is indeed first-class and the culinary foundations are of undeniable quality, but that also limits who can afford to try it. You eat well but you pay for it. The six-course tasting menu featuring their standout dishes is a good option.

I have two recommendations. The first: Eat bread! The bread and butter tray alone is worth the visit. It includes a puff-pastry roll, a croissant, cheese bread, baguettes, and squid’s ink milk bread. That would have been meal enough for me. It’s so addictive!

The second: let sommelier David Robledos (@davidrobledosumiller) help you choose one of the 800 wines from the list — most of them French, of course, as well as some great Spanish bottles. It was a pleasure to see David again in this temple of gastronomy in our neighboring country. If you like, top off your day with one of the cocktails that Mario Villalón (Angelita Madrid) has created for the Speakeasy, the most clandestine spot in the place.