Kyu, Miami, EEUU. Ante todo debo constatar que en nuestra primera visita a este restaurante las expectativas eran altas, tras varios días constatando que en MIAMI se come realmente mal… No hay gastronomía autóctona y comer bien se convierte en una experiencia carísima y con muy pocas posibilidades de éxito.

Local vanguardista y de estilo industrial

Recomendados por un español afincado allí visitamos este restaurante, situado en El Barrio de Winwoods, centro artístico y barrio cultural de Miami, uno de los que más de moda está actualmente en la ciudad.

El local, totalmente decorado en madera y comprometido con la preservación y cuidado de la tala de árboles, es de lo más remarcable de la experiencia.

La carta se divide en snacks, entrantes, platos principales y opciones vegetarianas. Nos decantamos por unos buns de cerdo, las gozas y las costillas de cordero. Correcto. Justo. Sin más novedad ni sorpresa. Nos quedamos sin pedir uno de los que, nos dicen, es el plato estrella de la casa, la coliflor gratinada…Quizás hubiera mejorado la experiencia…

El servicio está colapsado, sobrepasado. La atención escasea en mesas y las raciones se ajustan demasiado para el precio que tienen. Una experiencia que aseguran es de lo mejor que hay en la ciudad actualmente pero que dista de largo de cualquier propuesta gastronómica medianamente óptima en España.


Kyu, Miami, USA. Before I go on, I should point out that for our first visit to this restaurant, expectations were high, particularly after coming to the conclusion over the past several days that the food in MIAMI is pretty poor on the whole. There is no local gastronomy and eating well turns into an extremely expensive experience with little chance for success.

Avant-garde restaurant with an industrial style

Thanks to the recommendation of a Miami-based Spaniard, we visited this restaurant – currently one of the city’s trendiest – located in the Winwoods neighborhood, the artistic and cultural center of Miami.

The restaurant, which is completely adorned in wood and committed to preservation and care in terms of cutting down trees, was one of the most remarkable aspects of the visit.

The menu is divided into snacks, appetizers, entrees and vegetarian options. We ordered the pork buns, gyozas and pork ribs. Correct. Just. Neither novel nor surprising. We didn’t try one of the dishes that, according to some people, is one of the house’s best, the roasted cauliflower… Maybe that would have improved our experience.

The wait staff was completely collapsed, overwhelmed. Service was hard to come by at the tables and the portion sizes are too small for the price. An experience that is currently supposed to be one of the best in the city, but that is a far cry from any fairly decent gastronomic proposal in Spain.