March 5, 2018

Bonanova, Barcelona. Cuando se cumplen más de 50 años al servicio del cliente en uno de los restaurantes más emblemáticos del barrio de Sarriá Sant Gervasi no hay duda que se trata de un caso de éxito. Adolfo y Carlos, los hermanos que regentan el local llevan el oficio en la sangre. Lo aprendieron de sus padres y han adaptado la tradición a los tiempos actuales y han logrado mantener la esencia del local (llamado antiguamente Casinet o Can Tonet) en Bonanova, una «casa de comidas»(¡cómo me gusta esta denominación!) dónde poder degustar buen producto, calidad máxima y atención como la de antaño.

Clásico en BCN, producto cuidado y buen servicio

Adolfo Herrero Salvador cumple todos los requisitos para ser un excelente jefe de sala. Te guía, te aconseja y te sugiere. La calidad del producto es siempre excelente y, en esta ocasión, nos ofrece una gamba de primera, unos callos como manda la tradición y unas deliciosas alcachofas. De segundo, no lo dudo: la fideuá. ¡Atención! de las mejores de la ciudad, sin duda. Sabor, consistencia, crujientes fideos en un imprescindible del local. A tener en cuenta también el arroz de espardenyes y los postres. Además, fuera de carta, varían la oferta en función del mercado y nunca faltan platos tradicionales como la tripa i cap-i-pota con garbanzos, una sepia con albóndigas espectacular y unos pescados al horno, en samfaina o plancha de primerísima clase.

No es un restaurante barato, lo admito. Pero pagar la calidad hoy en día, el trato, la acogida y las cocciones sin complicaciones pero exquisitas es sinónimo de satisfacción.

Es un lugar al que apetece ir. En verano su terraza es uno de los must de la ciudad y en invierno sus domingos congregan a muchos de los que buscamos una comida en familia con buen vino y rodeados de amigos.

Para una comida de domingo de aquellas de las de café y puro (como los que le gustan a Adof), buen vino y gran conversación o amigos y larga sobremesa.


Bonanova, Barcelona. After 50 years of serving customers in one of the most emblematic restaurants in the Sarriá Sant Gervasi neighborhood of Barcelona, there can be no doubt as to a restaurant’s success. Adolfo and Carlos, the brothers that run this establishment, have this business in their blood. They learned it from their parents and have managed to adapt traditions to the present day, while keeping the essence of the place (once called Casinet or Can Tonet) alive in Bonanova, a casa de comidas (typical restaurant) – oh, how I love this term – that serves up excellent products of the utmost quality, with the attention of yesteryear.

A Barcelona classic, with impeccable products and good service

Adolfo Herrero Salvador meets all of the requirements for an excellent maître d’. He guides you, councils you and offers suggestions. The quality of the raw materials is always top-notch and, on this occasion, he offers us some incredible shrimp, tripe prepared as tradition demands, and a plate of delicious artichokes. For the second course, I immediately go for the fideuá(similar to a paella but with small noodles) – one of the best in the city without a doubt! Flavor, texture and crunchy noodles in one of this restaurant’s musts. Don’t overlook the rice with sea cucumbers or the desserts either. Also, there are always off-menu specials that vary from day to day depending on what’s available at the market, as well as a variety of traditional dishes like tripa i cap-i-pota (tripe) with garbanzos, a spectacular cuttlefish with meatballs, and excellent fish that might be oven-roasted, grilled, or served with samfaina(mixed vegetables sautéed in olive oil).

I admit that it’s not cheap. But nowadays, paying for quality, service, a warm welcome and food that are all exquisite, yet uncomplicated, is synonymous with satisfaction. Dining there is very pleasant experience. In summer, the restaurant’s terrace is one of the city’s best, and in winter the place fills with people like us who are looking for a cozy meal with good wine surrounded by friends and family. For one of those long and leisurely Sunday lunches that finishes with coffee and a cigar (which Adolf is a fan of), good wine and great conversation with friends.