Askuabarra, Madrid. No hay duda. De casta le viene al galgo reza el refrán… Y si sus padres siguen ostentando uno de los mejores restaurantes de tapeo y platillos en Valencia (Askua), los hijos Nacho y Jorge Gadea sitúan a su Askuabarra en uno de los locales imprescindibles en Madrid. Patatas bravas de primera, una ensaladilla para no olvidar, las croquetas de rabo de toro, pollo y curry excepcionales y uno de los mejores steak tartar de la capital.
Pequeño local de ambiente industrial y decoración chic
El restaurante cumple con todos los requisitos para convertirse en un must. Quizás las mesas un pelín pequeñas y el local debería mejorar la iluminación pero el resto está a la altura. Cada vez me gustan más los locales dónde compartir platillos de primera calidad, con buenísimo y seleccionado producto y oferta fuera de carta como la excelsa merluza que degustamos. Carta de vinos con más de 50 referencias nacionales y una torrija y un flan de panacotta muy recomendables para rematar el menú.
Siempre es una opción, además, con una óptima relación calidad-precio.
Para un almuerzo improvisado y de gran calidad (pese a que sus dimensiones obligan a hacer reserva previa casi obligatoria).
Askuabarra, Madrid. There’s no doubt, the apple doesn’t fall far from the tree, or so the saying goes. And while their parents continue to run one of the best tapas restaurants in Valencia (Askua), brothers Nacho and Jorge Gadea have placed their restaurant Askuabarra among the most obligatory in Madrid. First-rate patatas bravas, an unforgettable ensaladilla, bull’s tail croquettes, exceptional chicken and curry, and one of the best steak tartares in the Spanish capital.
Small restaurant with an industrial ambiance and chic decor
The restaurant meets all of the requirements to turn it into amust. It’s possible that the tables are a little too small and the lighting could be better, but everything else is up to snuff. I starting to appreciate more and more those places where you can share excellent small dishes, made with really good, well-chosen products and specials like the fantastic hake we tried. The wine menu boasts more than 50 Spanish wines and the torrija and panna cottaflanare the perfect way to finish off a meal.
It is always a good choice and the quality-price ratio is excellent. For an impromptu, top-quality lunch (although due to its size, a reservation is almost always necessary).