Palacete recién renovado. 4 plantas de edificio. Aparcacoches.

A los que me seguís desde hace tiempo ya sabéis lo mucho que me gustan esos lugares dónde tomar un cóctel y tener la oportunidad de “picar algo”. Aunque, casi siempre, en nuestro caso, acaba convirtiéndose en una cena en toda regla….En @abyarestaurante esto ha pasado las ya (varias) veces que lo he visitado.

Comenzaré confesando que es el segundo lugar que me sorprende gratamente en lo que va de año (me pasó también con @quintoelementomadrid) en lo que hace referencia a su cocina. Me explico.

Este restaurante se ubica en el Palacio de Saldaña recién reformado en el barrio de Salamanca de Madrid. Fortuna mexicana que adquiere el edificio y lo remodela completamente con una inversión que supera los 50 millones de euros….El resultado, 4 plantas con diferentes concepciones de gastronomía y ambiente. A los mandos, Aurelio Morales, ex Cebo. Un hombre que dejó Estrellas Michelín y Soles Repsol de lado y se lanzó a la aventura por amistad.

@aureliomoraleschef, curtido en las mejores cocinas del país, ha sabido plasmar en la planta coctelería, la primera del edificio, todo aquello que un lugar de estas características requiere: lujo, place to be, moda, música, maravillosos cócteles (con carta de creación propia conviviendo con los clásicos) pero, sobretodo, estupenda gastronomía. Y aquí es donde la visión de un lugar ecléctico, de moda, con gente guapa, DJ y con «la forma por encima del fondo» puede engañar. No es el caso. Os lo aseguro. Se ha convertido ya en uno de mis sitios favoritos de Madrid. Sin duda. Os sigo contando…

La carta del espacio es amplia. Permite conocer la forma de trabajar de Aurelio. Croquetas con bechamel ligeramente ahumada, coronadas con caviar al gusto, las inolvidables (desde ya) “black cod balls”, su propia versión del bacalao negro del Nobu que os harán volver una y otra vez. Los tacos son adictivos. El de lenguado adobado a la andaluza es una delicia.

Ofrece platos de pasta, un par de buenas selecciones de sushi, cebiches, pescados y carnes. Recomiendo fervientemente probar alguno de sus pinchos al carbón de encinas y la burguer de wagyu con unas patatas fritas que no puedo sacar de mi memoria. Creo que mis favoritas desde que las probé (con trufa negra y queso). Comer en Abya es, más allá de una experiencia, una cita gastronómica única en la ciudad. Coctelería de primer nivel (la oferta de mezcales, tequilas y licores latinos es inacabable) y cocina de alta calidad unidos en uno de los mejores lugares de madrid del momento. Cocina ininterrumpida. Desde mediodía. Otro punto a favor.

Una cocina fusión con sabores latinoamericanos y una inteligente visión del chef, que permite degustarlos de modo informal, canalla y divertido, algo tan necesario y tan difícil de conseguir. Y con una calidad gastronómica única. Valgan también los postres como ejemplo. Un flan de maíz y trufa sorprendente y explosivo y unos pequeños “manolitos” como bocado final, unos bizcochitos borrachos de mezcal que se os quedarán a fuego en la memoria. Lo sé.

Vivir, Deleite, Sentir. Así llama Morales a las tres plantas en activo de Abya. ¡Ah! Y una última cosa. La selección musical es única. Soul, funk, disco de los 70 y buenos temas que acompañan la que se convertirá en una de las cenas memorables de los que quieran pasar un buen rato, estar en el lugar de moda….¡y comer de lujo!


Recently renovated four-story mansion. Valet parking.

Those who have been following me for a while know how much I love places where you can get a cocktail and have a bite to eat. Although in our case, it almost always ends up becoming a full-fledged dinner. At Abya (@abyarestaurante) that’s what has happened the (several) times we’ve visited.

I’ll start by confessing that this is the second place that has pleasantly surprised me this year with their food (the other is Quinto Elemento (@quintoelementomadrid)). I’ll explain.

The restaurant is located in the newly renovated Palacio de Saldaña in the Salamanca district of Madrid. A Mexican fortune purchased the building and completely remodeled it with an investment of over 50 million euros. The result is four floors with different vibes and culinary concepts. The place is run by Aurelio Morales (@aureliomoraleschef), formerly of Cebo, a man who has set aside the Michelin Stars and Repsol Suns and set off on a new adventure out of friendship.

Morales, who trained in the best kitchens in the country, has managed to capture in the first-floor cocktail level everything that a place of this kind requires: light, buzz, music, wonderful cocktails (with a menu that includes both his own creations and classics), but above all, truly excellent food. And this is where the vision of an eclectic, fashionable spot with beautiful people, a DJ, and “style above substance” can be deceiving. Not in this case, I assure you. It has already become one of my favorite places in Madrid, there’s no doubt about it. I’ll elaborate.

The menu is extensive and gives you a good sense of how Aurelio works. Croquettes come with lightly smoked bechamel topped with caviar to taste. The (now) unforgettable black cod balls are his own version of Nobu’s black cod that will have us coming back for more. The tacos are addictive, and the marinated sole version in Andalusian style is a delicacy.

There are pasta dishes, a couple of good sushi selections, ceviches, fish, and meats. I fervently recommend trying one of the skewers cooked over Holm oak coals and the Wagyu burger with fries that have lodged into my memory and have become my new favorites (with black truffles and cheese). Eating at Abya is more than an experience, it’s a singular gastronomic event in a city. Top-level cocktails (the selection of mezcals, tequilas, and Latin American spirits is unending) and high-quality cuisine have come together at one of the best spots in Madrid right now. The kitchen is open all day, starting at lunch — that’s another point in its favor.

It’s fusion cuisine with Latin American flavors and an intelligent chef’s vision that lets you enjoy them in an informal, edgy, and fun setting — something so necessary and so difficult to achieve. And the culinary quality is unique. The desserts are another good example: a surprising and explosive corn and truffle flan and tiny “manolitos” pastries as a final bite; a drunken sponge cake with mezcal that I know will be burned into my memory.

Live, Enjoy, Feel. That’s how Morales has named the three floors currently open at Abya. Oh! And one final thing. The music selection is great. Soul, funk, ‘70s disco, and good songs accompany what will be a memorable dinner for anyone who wants to have a great time, hang out in a cool spot, and eat like a king!