Todo en este pequeño y casi clandestino restaurante es una experiencia digna para recordar. Su ubicación, en la primera planta del Hotel Oriente, haciendo que el paso por recepción sea obligado y su acceso toda una aventura. Su sherry bar dando la bienvenida al comensal, todo un gusto para la vista y los sentidos. Su “alma mater”, Jesús Solanas, dueño y guía de este proyecto tan personal que se ha convertido en toda una referencia en la capital aragonesa. Absinthium ofrece cocina de autor, producto fresco y de calidad excelente y un magnífico tratamiento en cocina.
En el primer piso de un hotel, casi clandestino. Tiene un original sherry bar
Tras los aperitivos que incluyen un regenerante y sabroso caldo inicial, nos decantamos en esta ocasion por el tan preciado y típico cardo con bechamel, trufa y piñones (¡excepcional!), el pollo de corral en escabeche con pisto (¡sorprendente!), el arroz de pichón con foie gras al cacao (¡en su punto!) y el cabrito lechal (¡delicioso!). Todo con la supervisión y explicación de Jesús, que de forma absolutamente exquisita cuenta los orígenes del plato, los aderezos e incluso la historia que rodea a muchos de ellos. Incluída la del vino, un Frontonio que arrastra la historia del patrón de su lugar de origen, Valdejalón, que según cuenta la leyenda fue decapitado por los romanos pero se encontró su cabeza río arriba….yendo a contracorriente como los bodegueros quieren confirmar con este caldo…
Una sorpresa positiva, una delicia para los sentidos, un remanso de paz gastronómica en un lugar único, lleno de tradición, cultura y sabor, como el de la tarta de manzana al Calvados hecha al momento, una de las mejores que he probado jamás.
No lo dudeis. Un pequeño gran descubrimiento para que anotéis en vuestras agendas y próximas visitas a Zaragoza…aunque mejor que no se corra mucho la voz, así seguirá manteniendo su halo de secretismo tan atrayente….
ABSINTHIUM, Zaragoza
Everything in this small and practically clandestine restaurant is an experience to remember: its location, on the first floor of the Hotel Oriente, forcing patrons to stop at reception and creating a bit of an adventure to get there; its sherry bar that welcomes guests, a pleasure on the eyes and the other senses; its creative force Jesús Solanas, the owner and runner of this highly personal project that has raised the bar in Aragon’s capital. Absinthium offers signature cuisine, fresh products with excellent quality, and wonderful service.
On the first floor of a hotel, practically hidden. It has an original sherry bar
Following the amuse-bouche, which included a replenishing and tasty broth to start, we decided to opt for the highly prized and traditional cardoon with béchamel, truffle and pine nuts (exceptional!), the free-range chicken in escabeche with ratatouille (surprising!), the rice with squab, foie gras and cocoa (perfectly cooked!), and the suckling goat (delicious!). All was overseen and explained by Jesús, who has an absolutely exquisite way of describing the origins of each dish, the seasonings and even the stories surrounding many of them. He even told one about the wine, a Frontonio that appropriates the story of the patron saint of the town of Valdejalón. According to legend, he was decapitated by the Romans but his head later appeared in the river upstream, going against the current and inspiring the winemakers to do the same.
It’s a nice surprise, a delight for the senses, and a haven of gastronomic peace in a singular location, filled with tradition, culture and flavour, like the apple tart with Calvados made to order, one of the best I’ve ever tried.
Have no doubt, it’s a small but wonderful discovery to put on your agenda and visit on upcoming trips to Zaragoza. But be careful not to let the secret get out too much, lest it lose that aura of mystery so essential to its charm.