Es uno de nuestros puntos de referencia y visita cada vez que vamos a París. Esta vez nos decantamos por L’Atelier Etoile de Joël Robuchon. La experiencia vale la pena. El local tiene una estrella Michelín y la imprenta del ya desaparecido Robuchon en su carta hace que, por mucho tiempo que pase, siempre los sabores te devuelvan a una de las mejores experiencias gastronómicas en la capital parisina.
2 estrellas Michelin
El puré de patatas es excepcional, las costillas de cordero para recordar (son perennes en la carta) así como los spaguetti carbonara a la trufa blanca (roma a trufa blanca!). Aunque, en mi opinión, el plato estrella es el steak tratar. Meloso, delicado, picante perfecto, corte casi imperceptible, y gran jugosidad. Un 10 ( y si…por supuesto, con patatas fritas).
El camarero que nos atiende en esta ocasión nos recomienda y ayuda. Un italiano simpático y atento, Francesco… Gran punto a favor para el restaurante que, pese a su estrella, carece de otros servicios requeridos en locales de su categoría. Pero se perdona. El color, el tono canalla y rockero de sus paredes y su estética moderna y de vanguardia rompe con los clásicos bistrots y refinados restaurantes que tras unos días en París pueden incluso llegar a cansar…. Así que no me extraña que este restaurante encante a los locales y, por supuesto, a los foráneos. Se come bien, los puntos de las carnes y la pasta muy adecuados y la propuesta variada y divertida
Una vez más el precio es uno de los elementos a tener en cuenta. Cabe decir que nuestra elección de vinos justifica el incremento del importe total, pero también es bien cierto que hay barras en nuestro país dónde se puede comer mejor…y a precio mucho más adecuado. Pero París bien vale un capricho… ¿o no?…
L’Atelier Etoile de Joël Robuchon
It’s one of our reference points and destinations every time we go to Paris. This time we opted for L’Atelier Etoile de Joël Robuchon. The experience is well worth it. The restaurant has a Michelin star and the mark left by the recently deceased Robuchon on its menu means that, no matter how much time passes, the flavors will always bring you back to one of the finest gastronomic experiences in Paris.
2 Michelin stars
The mashed potatoes are exceptional, the lamb ribs memorable (they are a constant on the menu), as is the spaghetti carbonara with white truffle (blessed is the autumn with its aromas of white truffle!). But in my opinion, the star dish is the steak tartare. Creamy, delicate, with the perfect amount of spice, an almost imperceptible cut, and wonderfully juicy. A 10 (and yes… of course, with fries).
Our waiter this time around helped and advised us. A friendly and attentive Italian, Francesco… A big point the restaurant’s favor, which, despite its star, is lacking in some of the other services required in establishments of its category. But all is forgiven. The color, the rock n’ roll tone on the walls, and the modern and Avant-garde aesthetics that break with the classic bistros and refined restaurants that can sometimes get old after a few days in Paris… So it is not surprising that this restaurant is a hit with locals and, of course, foreigners. The food is good, the meat and pasta is well-prepared, and the offering is varied and fun.
Once again, the price is something that should be taken into account. I admit that our choice of wines helps explain the increase in the final bill, but it’s also true that there are bars in our country where the food is better than it is here… and for a much lower price. But Paris is worth the splurge… isn’t it?