Dos locales anexos que comparten carta. Gran variedad de cervezas artesanales y muy buena y amplia bodega de vinos.
Hace unos meses la magnífica y prestigiosa Guía Repsol daba a conocer un millar de locales repartidos por toda España merecedores de tener un “Solete”, un reconocimiento a su diversidad, trabajo, buen producto y punto canalla que sólo tienen las tabernas, casas de comidas y tascas dónde se come muy bien a muy buen precio.
La Caníbal uno de esos lugares. Un remansiño de buenos caldos (muchos naturales), cervezas de todo tipo (algunas artesanales y de elaboración casera) y buenos platillos gallegos para compartir.
Un sitio dónde se agrupan jóvenes y amigos entorno a una mesa, hasta los topes las noches de los fines de semana y lleno de buen ambiente y mucho que contar.
Muy rica la tortilla paisana (la que cuando era niña mis familiares en O Courel decían que llevaba patatas y muchas cosas mas, chorizo, guisantes, lacón, cebolla…), la empanada de bacalao (aunque no logra el punto de sabor y textura de las de Galicia, el pulpo a la brasa con patata y huevos rotos, los calamares a la romana, las gozas y la divertida “Croquetina Turner» de chipirón.
Aquí no se pone mantel, no se busca la sofisticación ni trato de los productos. Aquí se viene a picar, a tomar cañas, a disfrutar un buen vino y a compartir. El local lo permite. Es amplio y acepta bien la elevada acústica de los grupos de jóvenes riendo y disfrutando. La terraza también es propicia para ello. ¡Hay hasta filloas!(la versión de toda la vida de la crepe) que en Galicia recuerdo por su fácil elaboración, buen aroma y destreza manual de mis tías, dando vueltas a la sartén circularmente para repartir el cazo con el líquido.
Una muy buena y ajustada propuesta para salir en grupo.
Two adjoining locations that share a menu. Large variety of craft beers and an extensive list of good wines.
A few months ago, the wonderful and prestigious Guia Repsol (@guiarepsol) published a list of a thousand restaurants around Spain worthy of a “Solete” in recognition of their diversity, hard work, good products, and that touch of irreverence you only find in taverns, diners and pubs serving great food at a great price.
La Caníba is one of those places. It’s a little haven of fine wines (many of them natural), all types of beer (some craft and others made on premises), and good Galician small plates for sharing.
It’s a haunt where young people and friends pack in around tables on weekend nights, full of good vibes and abundant conversations.
The “tortilla paisana” Spanish omelet is delicious (when I was younger my family in O Courel) would say it had potatoes and much more: chorizo peas, ham, onion…). Other highlights are the cod empanada (though not as tasty as the ones in Galicia), the grilled octopus with potato and fried eggs, the fried calamari, the gyozas, and the amusing “Croquetina Turner» baby cuttlefish croquette.
Here there are no tablecloths, and don’t expect sophisticated products or preparations. Here you come to get a bite to eat, to have a few beers, to enjoy a good wine and to share. The spacious restaurant allows for it, not getting overpowered by the racket of groups of young people laughing and having fun. The terrace does as well. They even have “filloas” (the classic version of a crepe), which in Galicia I remember for their easy preparation, great aroma, and the dexterity of my aunts as they would tilt the pan in a circular motion to spread the batter around.
It’s a great and affordable option for groups.