3 Estrellas Michelín y 3 Soles Repsol.
Temporalidad. Así reza el menú de primavera de @cenadordeamos de los magníficos @_jesussanchez y #Marian, ya convertidos en buenos amigos. Años atrás vivimos con ellos la tercera Estrella y supimos de su valía como profesionales (Jesús en cocina y Marian en sala) y, sobretodo, como personas. Gente que enraiza con su tierra, que ensalza sus valores, que defiende su tradición y que promulga el valor de las cosas bien hechas. No hay más.
Con su menú detienen el tiempo. El que fue y perduró. El que llega y marcará. Un lugar privilegiado en una casona palaciega del X.XVIII dónde todo suma. Nada es al azar. La estacionalidad de los productos, el movimiento verde que abanderan y que se traslada directamente a la esencia en la mesa…
Los aperitivos incluyen un fantástico vermut de resas, la tartaleta de espárragos y la icónica ya tortilla de Amós, un bocado privilegiado y servido en cono que, como tanta esencia vital, perdurará en ese tiempo que nunca se fue…
La anchoa es excepcional, no podía ser menos…el toque de mantequilla con el que la presentan la hace aún más protagonista. La ostra en escabeche de zanahoria ensalza aún más la explosión del sabor marino y terrestre a la vez. Pero el tiempo se detiene en el pastel de merluza con guisante lágrima…Sólo la intensidad de su blanco y verde es comparable a la explosión de sentimientos que provoca en nosotros. Uno de los mejores platos del año, sin duda…
En tiempo de perrechicos los probamos en revuelto. El menú avanza con la marmita de cigala o el rape negro del Cantábrico y se detiene nuevamente en la secuencia del pichón que incluye el trampantojo con forma de corazón y explosiona de nuevo en el buñuelo con su estofado. Único. Para el recuerdo…
El arroz con leche y el chocolate protagonizan los postres, que terminan en una orgía dulce de petit fours servidos a gusto y a granel desde un carro de presentación a vista del comensal…
La cocina de Sánchez respira humildad, hogar, confort, saber hacer….el ambiente en sala se torna aún más cálido con la luz de Marian y la simpatía de todo el personal, que comparte profesionalidad y exquisito trato al comensal, que se siente especial desde el primer momento…
El Cenador de Amos es ese lugar dónde fuimos felices y dónde si trataremos de volver….De momento nos quedamos con la cercanía de @restauranteamos en Madrid, dónde ya se ha convertido en uno de nuestros place to be.
3 Michelin Stars and 3 Repsol Suns.
Seasonality. So goes the spring tasting menu at El Cenador de Amos (@cenadordeamos) from the wonderful Jesús Sánchez @_jesussanchez and Marián Martínez (#Marian), who are have become good friends. Years ago, we were with them for their third Star and began to appreciate their merit as professionals (Jesús in the kitchen and Marian in the dining room) and, above all, as people: people who are rooted in their land, who celebrate their principles, and who promote the value of things done well. No further discussion required.
Their menu stops time: the past that has lived on; the future that will make its mark. The restaurant enjoys a privileged location in an 18th-century palatial manor house. Everything adds up and nothing is left to chance. The seasonality of the products embodies the green movement they champion, the essence of which is translated directly onto the table.
The appetizers include a fantastic strawberry vermouth, the asparagus tartlet, and the now-iconic Amos omelet, a fantastic bite served in a cone that, like so much of life’s essence, will stand the test of time.
The anchovy is exceptional, as is to be expected, served with a perfectly enhancing touch of butter. The carrot-pickled oyster maintains the burst of surf ‘n’ turf flavor. But the hake cake with teardrop pea is what really stops times. Only its white and green intensity can compare to the explosion of feelings it unleashed in us. It’s one of the best dishes of the year, no doubt about it.
St. George mushrooms are in season, and here we had them in a scramble. The menu continues with the pot of Norway lobster and the Cantabrian black monkfish before pausing again for the pigeon sequence, including a heart-shaped trompe l’oeil. Then it returns with a bang with the unique and memorable fritter with pigeon stew.
The dessert courses feature rice pudding and chocolate, finishing in a sweet orgy of petit fours that you get to select individually from a trolley.
Sánchez’s cooking emanates humility, home, comfort, and expertise. The atmosphere in the dining room grows even warmer with Marian’s light and the kindness of the entire staff, who treat guests with exquisite professionalism, making you feel special from the moment you arrive.
El Cenador de Amos is a place we left happy and planning to return. For now, we’ll make do with the proximity of Amós (@restauranteamos) in Madrid, which has already become one of our places to be.