En un rincón del mercado, de cuyo nombre ya no me olvidaré…No hay duda. Es una de las sorpresas y descubrimientos de este año que ya termina. Direkte Boquería se ha convertido ya en un “must” de la ciudad. Será su local, pequeño, milimetrado, acogedor e íntimo y que, a la vez, invita a compartir, a conversar, a no dejar de levantar la vista de lo que pasa tras la barra….Será su chef, Arnau Muñío, curtido en las cocinas del mítico e inolvidable Comerç24, al lado de Carlos Abellán, humilde, constante, innovador y cercano, que propone una cocina con claras influencias orientales y latinoamericanas, pero con base mediterránea y producto muy puro, sin muchos artificios ni salsas, con pocos aderezos pero un sabor extremo.
Local con sólo 8 asientos
Será por sus 2 menús, el corto y el largo, que siempre bajo la barrera de los 60€ ofrecen la posibilidad de degustar una decena de platos salados y dos postres de primer nivel.
Nos decantamos por el largo. Probamos la gambita blanca de Tarragona con kombucha de té chino y jalapeños, nos relamemos con el flan salado de erizo gallego con huevas de pez volador, nos emocionamos con la vieira curada con miso y llego al éxtasis con el kakigori de foie, piñones, avellanas y vino rancio. Un bosque tras la lluvia una tarde de otoño…¡increíble!
Arnau propone un bacalao amazónico y una codorniz a la coreana que permiten relamerse literalmente los dedos. Encuentra los aderezos justos para no esconder el producto, eleva algunos puntos de picante y ácido y mide con cuidado y acierto las salsas y las guarniciones. Es un placer ver trabajar a los chefs, tras la minúscula barra, en un espacio perfectamente aprovechado y dónde ir al baño permite cruzar ante las planchas y el almacén es la propia Boquería.
¡Atención! A los amantes de la tarta de queso (sí, en este caso, tarta de queso, no cheesecake porque sabe a mediterráneo, a próximo…). Por favor, no os perdáis la que ya es perenne en su carta (no se la dejan retirar) ahumada a la brasa con te matcha…Cuando hundáis la cuchara en ella sonreiréis y cuando la llevéis a la boca sabréis por qué se ha situado directamente en el top 3 de la ciudad…¡¡mágica!!
Un lugar que perdurará en la memoria, dónde hacer reserva ya es cada vez más difícil y dónde los menús varían en función de las temporadas y Arnau, que sigue siendo el mismo joven inquieto y trabajador que hace más de 15 años conocimos en Comerç24…¿Cuándo volvemos?
DIREKTE BOQUERÍA
It sits a corner of the market, with a name that I’m now certain not to forget. It is one of the surprises and discoveries of this waning year. Direkte Boqueria has become a must in Barcelona. Perhaps it’s the space itself: tiny, impeccable, cosy and intimate, inviting you to share, converse, and stare with fascination at what is happening behind the bar. Perhaps it’s the chef, Arnau Muñío, seasoned in the kitchen of the mythical and unforgettable Comerç24, working alongside Carlos Abellán, humble, consistent, innovative and personable. They serve Mediterranean-based food with clear Asian and Latin American influences and the purest of products, without much artifice or sauces and few dressings, but with extreme flavours.
Restaurant that seats only eight diners
Perhaps it’s the two menus, the short one and the long one, both under €60 and both offering the chance to try ten savoury dishes and two desserts, all top-level.
We chose the long one. We tried the Tarragona deep-water rose shrimp with Chinese tea kombucha and jalapeños. We savoured the savoury Galician sea urchin flan with flying fish roe. We were thrilled by the cured scallop with miso. And we were brought to ecstasy by the foie kakigori, pine nuts, hazelnuts and rancio wine. A forest after a rainy autumn afternoon… Incredible!
Arnau serves an Amazon cod and a Korean quail that will have you literally licking your fingers. He finds just the right amount of seasoning so as not to conceal the product, giving it a few spicy and acidic notes and careful portions of sauces and garnishes. It is delightful watching the chefs work behind the tiny bar, making the best use of all available space, where a trip to the loo has you passing in front of the grill and the larder is the Boquería market itself.
Attention, fans of cheese pie! (Yes, in this case it’s cheese pie, not cheesecake, because it tastes Mediterranean and local.) Please don’t miss the one on this menu, already a menu staple (the customers demand it), smoked over hot coals with Matcha tea. When you sink your fork into it you will smile, and when you taste it you’ll know why it has jumped directly into the city’s top 3. It’s magical!!
It is a place you won’t soon forget, where bookings are increasingly hard to come by and where the menus vary by season. And Arnau remains that same restless and hard-working young chef who we met 15 years ago at Comerç24. When are we going back?