¿No os gustan los locales que conservan la esencia y estética de restaurantes de años atrás pero que su cocina es plenamente actual y, sobretodo, de gran calidad?. Éste es un ejemplo perfecto.
Bueno, bonito y barato. Local “de pueblo”
Cal Siscu conserva las mesas de mármol, las estanterías de madera y el protagonismo total del producto en la cocina.
Su plato estrella, sin duda, es el bogavante. Lo cocinan en “perolo” a lo antiguo, con una salsa americana que aprovechan después para estrellar huevos fritos como remate…¡imprescindible!. La carta incluye marisco de todo tipo, dependiendo del mercado, unas albóndigas con sepia dignas de cualquier guiso de abuela y el encanto de un lugar dónde no pasa el tiempo. Y, lo mejor, el precio. Aquí se puede comer muy bien, sin florituras, a precio ajustado y acorde con la calidad.
Lo mejor es ir en grupo, en familia, un domingo y disfrutar del servicio, cercano y atento, y de la propuesta tan tradicional y honesta como excelente. Lo mejor es compartir platillos, incluso medias raciones, y darse un buen festín de marisco y guisos sin medida. Porque Cal Siscu propone dejarse llevar en esta vermutería, dónde empezar con un vermut de siempre o una buena copa de vino y terminar con un surtido de repostería mini que tanto se estiló años atrás en los restaurantes y que, de vez en cuando, apetece recordar. ¡¡No fallaréis en la elección!!
CAL SISCU, L’Hospitalet del Llobregat, Barcelona.
Don’t you love those places that maintain the essence and aesthetics of old-fashioned restaurants, while serving food that is utterly contemporary and, above all, extremely high-quality? This is the perfect example of that.
Good, cute, and inexpensive. A local favorite
Cal Siscu preserves the marble tables and the wooden shelves, while keeping its focus on product-based cuisine.
The star dish is, without a doubt, the lobster. They cook it the traditional way in a giant pot with an “American sauce,” which they use afterwards for frying eggs – to top things off… You have to try it! The menu includes all kinds of seafood, depending on market availability, cuttlefish balls that are worthy of any grandmother’s stew, and the charm of a place where time stands still. And the best thing of all is the price. You can eat very well here – without frills – at a good price that matches the quality.
This place is best enjoyed in a group, or with your family, on a Sunday, when you can enjoy the intimate and attentive service, as well as an offering that is as traditional and honest as it is excellent. The best thing is to share small dishes, or even larger, medias raciones, and enjoy a good feast of seafood and heartily-portioned stews. Cal Siscu invites one to let themselves go in this vermutería, where starting with a traditional vermouth or a nice glass of wine, ends with a selection of mini pastries in the style of restaurants from years gone by that, once in a while, can evoke wonderful memories. You won’t miss with this choice!
