Auto Rosellón, Barcelona. Su nombre hace referencia al antiguo garaje que ocupaba el local, en pleno Eixample de Barcelona. Su estilo, informal y acogedor, y su horario (ininterrumpido desde la mañana hasta la noche, incluidos los domingos) lo hacen un punto gastronómico a tener en cuenta en la Ciudad Condal.
La carta, de clara inspiración mediterránea, se permite sin embargo toques de cocina internacional que demuestran claras influencias de cocinas del mundo: orientales, mejicanas, arábicas e incluso nórdicas.

Producto de proximidad, influencias del mundo, cocina ininterrumpida

Ronit Stern y Rafa Campos, un matrimonio ya experimentado en locales en Barcelona (dueños del Crustó Bakery y Toto Restaurante, entre otros) han querido dejar bien clara su intención desde el principio: este es un lugar para compartir. Platillos de suma calidad en su materia prima revisados con toques realmente novedodos y sabores de aquellos que se recuerdan… Ellos dicen que son platos que no se pueden etiquetar, y estoy de acuerdo. Los saboreas, los degustas, los diferencias y los guardas en la memoria sabiendo que debes volver. Además, su constante evolución y su estética, siempre a la última, hacen que sea un local de repetidas visitas obligadas.

Atención al tartar de solomillo con tostada de trufa blanca y la tosta crujiente de salmón, aguacate y wasabi. Perfectos puntos de picante. Y delicioso y calentito el Bagel de Jerusalem, ya perenne en su carta, que aventura un ágape lleno de descubrimientos y sabor.
Para un descubrimiento lleno de matices, un domingo por la noche tras un buen espectáculo teatral o sesión de cine…¿ por qué no?…


Auto Rosellón, Barcelona. Its name references the old garage that once occupied this space, located in the middle of Barcelona’s Eixample district. Its style is informal and welcoming and its opening hours (continuous from morning to night, including Sundays) make it a gastronomic destination to keep in mind in Barcelona.

Local products, world influences, kitchen open all day

 

The menu, which is clearly Mediterranean in inspiration, also allows for some international touches that incorporate clear influences from world cuisine: Asian, Mexican, Arabic and even Nordic. Ronit Stern and Rafa Campos, a married couple that has already left its mark on various places in Barcelona (they own Crustó Bakery and Toto Restaurante, among others), wanted to make their intentions clear from the start: this is a place for sharing. Small dishes with ingredients of the utmost quality and truly novel touches, as well as flavors that stay with you. They say that the dishes can’t be labeled and I agree. You savor them, taste them, distinguish them and then store them in your memory with the knowledge that you should return. Also, their constant evolution and aesthetics – always the latest – make repeat visits absolutely obligatory. Of note: the filet mignon tartare with white truffle toast and the crunchy salmon, avocado and wasabi toast. The perfect amount of spice. And the delicious and hot Jerusalem Bagel, now a regular on the menu, which presages a feast full of flavor and discoveries. For a discovery full of nuances, a Sunday night after a good play or movie… Why not?