Apertura en Madrid del restaurante de Jesus Sanchez y Marian Martinez del Cenador de Amos, en Cantabria. 3 Estrellas Michelin y 3 Soles Repsol.

Lo confieso. @_jesussanchez y #Marian me enamoraron en la Gala Michelin del 2019, cuando al ganar la Tercera estrella para su @cenadordeamos demostraron como son. Pura verdad, bondad, profesionalidad y emoción….La vida nos ha permitido acercarnos a ellos, ser testigos privilegiados de todo lo bonito que les pasa y descubrir cómo un restaurante en Villaverde de Pontones, está en boca de todos por su compromiso con la sostenibilidad, respeto y ecología, sus “packs” de comida, panes y latas. Además, Jesús se ganó el cariño de todos los internautas con sus directos durante el confinamiento y la defensa de su tierra, sus orígenes y su apuesta por la proximidad han puesto a Cantabria en el mapa gastronómico de nuevo. Sin duda.

En @restauranteamos, el nuevo espacio gastronómico del @rosewoodvillamagna se va a comer bien. A hablar de negocios, disfrutar en familia, cenar en pareja o tomar una copa de champagne pero, además, la oferta que Jesús y Marian han preparado cumple con creces las expectativas de su trocito de Cantabria en Madrid. Arrancan los aperitivos con unas aceitunas crujientes con mostaza que invitan a la expectación del siguiente plato. Llega entonces la anchoa (no podía faltar) sobre un crujiente delicado que permite saborear toda la intensidad del producto cántabro por excelencia. Y el bocado que, en mi opinión, debería ser perenne ya entre los entrantes del lugar: la tortilla deconstruida a la imagen de un macarron francés (con crujiente y meloso perfecto en su explosión en boca) y el bocado “preñado” de pollo de corral con sus jugos. ¡¡Qué delicia!!

Marian nos habla del perfecto de pato, la porción de foie caramelizado sobre bizcocho de aceituna negra y que, nos confiesa, es de sus favoritos. No me extraña, otro pequeño bocado de placer. El turno de las verduras aparece con una delicada y sutil crema de coliflor con boletus que están probando para introducir próximamente en carta, la merluza en salsa verde con berberechos (por favor, no quiteis ojo al brillante y blanco del tronco de pescado en contraste con el verde limpio e intenso de su base de clorofila del perejil), los pimientos rellenos de rabo de buey, el taco de solomillo con salsa de queso y probamos sus callos. ¡Sí! En Amos hay callos, elaborados de distinta forma a los tradicionales madrileños pero llenos de melosidad y sabor. Rematamos con su coulant de almendras, higo y helado de caramelo y la crema de calabaza, naranja y sobao pasiego.

Qué buen lugar para improvisar un ágape, disfrutar de un buen plato de cuchara (que mantendran siempre en su carta/menu) y dejarse llevar en brazos de un hotel que, tras una amplia reforma, rezuma ese toque clásico que nunca deberían perder los hoteles pero gana en acogida, calidez y humanidad con incorporaciones como la de Amos.


New Madrid location of Jesus Sanchez and Marian Martinez’s Cantabria restaurant Cenador de Amos. 3 Michelin Stars and 3 Repsol Suns.

I confess that I fell in love with Jesús Sánchez (@_jesussanchez) and #Marian at the 2019 Michelin Gala, after they earned a third star for their restaurant Cenador de Amos (@cenadordeamos), where they let their true selves shine through: unadulterated truth, kindness, professionalism and emotion. We’ve been lucky enough to get to know them and to witness their success, seeing how a restaurant in Villaverde de Pontones can become the talk of the town thanks to its commitment to sustainability, its environmental consciousness, and its packs of food, bread and tins. What’s more, Jesús became an Internet favorite with his live broadcasts during lockdown. His defense of his land, his origins, and his commitment to local products has put Cantabria back on the culinary map. There’s no doubt about it.

At Amos (@restauranteamos), the new restaurant at the Hotel Rosewood Villamanga (@rosewoodvillamagna), you are sure to eat well. Whether it’s a business lunch, a family meal, a romantic dinner or a champagne toast, Jesús and Marian more than live up to the expectations for their slice of Cantabria in Madrid. The appetizers commence with crispy olives with mustard that whet the appetite for what’s to follow. Next to arrive is the anchovy (but of course!) on a delicate crisp that lets you savor all the intensity of the quintessential Cantabrian product. Then there is the bite that, in my opinion, should become a starters staple: the deconstructed Spanish omelet in the image of a French macaron (with perfect crunch and creaminess as it explodes in the mouth), and the “pregnant” free-range chicken bite with its juices. Delicious!!

Marian describes the “perfecto de pato” (caramelized duck foie gras on a black olive sponge cake), which she professes to be one of her favorites. No wonder, it’s another small bite of pleasure. The vegetable courses start with a delicate and subtle cream of cauliflower with boletus mushrooms, in testing for inclusion on the menu, the hake in “salsa verde” with cockles (please note the bright white of the fish contrasting with the pure deep green parsley base), the peppers stuffed with oxtail, the sirloin taco with cheese sauce, and the stewed tripe. Yes, Amos serves tripe, made differently than the traditional Madrid version, but with just the right texture and packed with flavor. We finished with the coulant of almonds, fig and caramel ice cream and the cream of pumpkin, orange and Cantabrian “sobao pasiego” cake.

What a wonderful place to improvise a feast, enjoy a delicious stew (that will never go off the menu), and get carried away in the arms of a hotel that, after a full renovation, oozes that classic touch that all hotels should preserve, while getting an added boost of hospitality, warmth and humanity with additions the likes of Amos.