Ya quedan muy pocos restaurantes de esos a los que tanto apetece ir a comer los domingos. Mantel de cuadros, vino en porrón, músic (variado de frutos secos) de postre, y la mejor brasa para la cocción. Con un local en Les Corts y otro en la población de Esplugues, es uno de esos locales por los que muchos rogamos que no desaparezcan nunca.

Pequeño local con carta pequeña pero gran tradición en comida catalana

Generalmente las visitas comienzan con un…¿apetece un Caliu?. La brasa de este lugar tiene entidad propia. La carta es corta. Concreta. Ensaladas, algunas hortalizas y verduras como entrantes, torradas de embutidos variados y caracoles para continuar y carne variada a la brasa como plato principal. Sin más. El local de Esplugues es relativamente pequeño y siempre está hasta arriba. No hay mesa sin reserva.

La calidad de la carne es de primera y las patatas fritas son de las mejores que recuerdo en la zona. Imprescindibles en la visita así como las “mongetes” (judías blancas) o platos tan catalanes y tradicionales como la escalivada, la esqueixada o els cargols a la brasa (caracoles).

El trato de Jordi, el dueño, es familiar, de toda la vida. Y la cocina no decepciona nunca. Tradicional cocina catala en un enclave privilegiado. El mejor “conill a la brasa” (conejo a la brasa) del lugar y una botifarra negra y “peus i galtes de por” (pies y careta de cerdo) inmejorables.

Porque a veces apetece aparcar los menús degustación y las esferificaciones y disfrutar con un buen moscatel y un lugar de toda la vida.


There aren’t too many restaurants left for having a good Sunday lunch, with chequerboard tablecloths, jugs of wine, mixed nuts for dessert, and a hot grille fired up and ready to cook. With one location in Les Corts and another in the town of Esplugues, El Caliu is one of those places we hope will never disappear.

Small restaurant with a small menu, long tradition in Catalan cuisine

Generally it all starts with someone saying “Do you feel like Caliu?” The restaurant’s grill is an institution in itself. The menu is short and to the point: salads, vegetable appetizers, toasts with a variety of cold meats and snails to continue, and a variety of grilled meats as the main. That’s all. The Esplugues location is relatively small and always full, so you have to book ahead.

The meat is top-quality and the chips are the best I can recall in the area. Other musts include the mongetes(white beans) and traditional Catalan dishes like escalivada(grilled vegetables), esqueixada(salt cod salad) and els cargols a la brasa(grilled snails).

Jordi, the owner, offers warm, familiar service, and the kitchen never disappoints. It’s traditional Catalan cuisine in a prime location, serving the best conill a la brasa(grilled rabbit) around and unbeatable black butifarrasausage and peus i galtes de por(pork trotters and cheeks).

Because sometimes you want to do away with tasting menus and spherifications and just enjoy a good Moscatel at a much loved restaurant that’s been around forever.